Cuatro poemas de Celia Aldama

Uros Miloradovic

I

Allí, entre el ocaso y la última ola, 

donde el ojo descansa, abatido

y perezoso por la espera, 

se contrae la noche. 

Aquí, en el centro deshabitado,

donde el cuerpo no es más que un atavío,

una concha, un peso muerto, 

se precintan las puertas.

Queda la isla como un corazón

negro, flotante,

desposeído y abierto.

Un corazón que es un agujero

lleno de algas calientes,

un corazón o un molusco

que late, que bate, que persiste,

involuntario y ajeno

como el azul en las rocas.

II

Boca abajo 

entre el manso oleaje 

un cuerpo flota, 

mecido en la letanía del agua.  

Va y vuelve 

en plácido abandono

como un barco desierto en la deriva azul. 

Contemplo desde las rocas 

el lúgubre vaivén   

e imagino sus pulmones 

hinchándose a cada golpe de espuma. 

Atiendo en la orilla al marinero sin vida

y despejo su rostro de salitre y de yodo

hasta reconocerme

exangüe 

entre los restos de su naufragio.

Publicidad

III

Escucho a los pescadores 

rumiar cada noche sus cánticos de guerra.

Se preparan como un cortejo de sombras negras

para abandonar la isla.

Los veo avanzar en manada

y perderse con sus cuerpos robustos 

dentro de la boca marina.

Regresarán al alba

con las redes mojadas y las manos heridas,

y en sus barcos remolinos de sangre 

y escamas de colores. 

IV

En la cabaña de troncos,

arracimados y húmedos,

dos cuerpos penden de la noche

en una envoltura de viento.

Sus manos enhebran desde el sueño

ramilletes de palabras.

En las bocas,

las lenguas calientes

brotan de su trinchera como dos peces.

Uno rosa. Otro rojo.

En el techo, las vetas de madera 

crujen hacia dentro, 

con voz circular y sin desembocadura.

Y en los túneles de agua,

las termitas, como los amantes,

lamen, arrasan, trituran 

la piel del árbol.

Celia Aldama

Celia de Aldama Ordóñez (Madrid, España, 1987). Es profesora e investigadora en el Departamento de Estudios Románicos, Franceses, Italianos y Traducción de la Universidad Complutense de Madrid. Se doctoró en Literatura Hispanoamericana con una tesis titulada «La parola contesa: inmigrantes y viajeros italianos en el campo intelectual argentino (1900-1936)». Especialista en las relaciones culturales entre Europa y América Latina, ha publicado los ensayos Voces del Plata. Hacia una constelación transatlántica (Iberoamericana-Vervuert, 2019) y Colombia y la guerra civil española. La voz de los intelectuales (Calambur, 2021). Su cuento Mentiras piadosas, publicado por la revista Quimera, ganó el Premio Energheia 2021.

https://www.instagram.com/cliaaldama
Anterior
Anterior

Cuatro poemas de Álvaro Cruzado

Siguiente
Siguiente

Cinco poemas de Estefanía Cabello