Cáustico
I.
Llevo una carga / la llevo en la garganta
un nudo áspero / me obliga a pasar / la noche del anfibio.
Tengo mi ensoñación / guardadita en un baúl
—cuidado, no moleste a nadie—
enjaulada en esta breva / en una boca inmensa / de temporada.
II.
«Envidia» empieza con e, igual que «estrella».
Hoy soplé una pestaña y esperé que el deseo se cumpliera
—no para otros—
y mis labios solo pronunciaban capicúas / entes salados en baldosas
tallos dibujados sobre una pila de cobre.
III.
A ti, a quien este poema atraviesa
descarga espasmódica / rayo azul eléctrico / fuente que irriga un cartel en luces de neón
como aquella vez que vi un tulipán / abriéndose en pantalla / en una enorme pantalla
de la que salían chiribitas / de textura borrosa
y creí - seré estúpida / que era un milagro.
IV.
Tijeretazos. Racimos de uva. Ondinas chasqueando los dedos.
Vita flumen. Un río que desemboca en la vena aorta.
Una estampita de la caridad, pardo cascarón. Ramas tensas que se dirigen hacia ti.
Y pese a todo, amor hilvanado en lo más profundo.
V.
A ti te espera la hora del lobo
fauces sedientas / guiños de película / carne reseca
y navajas de acero.
Te espera la vereda que nadie transita
aura perversa - sangre escarlata - rasguño liento.
La hora del lobo, quieras o no.