Moloch
poemas y miniaturas de una fábrica familiar
Perdone, querido administrador, pero para mí
esa serpiente somos nosotros mismos.
Mia Couto
I.
En Moloch
todo tiende a disgregarse
los tejidos se deshilan
los parentescos se desligan
los cuerpos se deshilvanan
los tíos se descomponen
los familiares se desmiembran
las familias se segmentan
los trabajadores se desintegran
los apellidos se disocian
las palabras se destejen.
Y todos, como los bárbaros,
intentan construir sus casas
con los restos y la ruina
de lo conquistado.
II.
And now, under conditions that seem unpropitious.
For us, there is only the trying. The rest is not our business
T. S. Eliot
De estas palabras brotan
llamas, máquinas, odios,
muñecos deformes, tornillos y familias
que huyen de un hogar incendiado
por la usura y el rencor, por el pasado,
por la ofensa de vivir de lo que se desprecia,
como casi todo el mundo,
era el mejor de los tiempos, era el peor de los tiempos,
nos tocaron tiempos difíciles,
sí, como a todos los hombres,
por la vergüenza de escribir,
a pesar de todo,
desde este lado de los versos,
desde la cara afortunada de Moloch.
Tantas páginas ardiendo,
tanto pastizal quemado
cuando podría escribir sobre
el vuelo de los novios por los cielos de París,
cantar las mejillas ardientes de un pueblito,
mis labios ascendiendo la respiración de Va-len-ti-na
sobre una agüita de luna que recoge murmullos en los tejados,
sobre los cinco días seguidos que nevó en mi infancia cuando tenía once años
o sobre los once días seguidos que nevó en mi infancia cuando tenía cinco,
sobre las bromas gatunas de un salón de clases,
el cabello rojo de la maestra de catecismo,
los fuegos artificiales que reventaban
como cantos de colores las noches de feria,
el aroma de coco de la mano de mamá
que tapaba mis ojos en el cine
porque todavía no tenía edad,
porque esa escena me traería pesadillas,
porque ella decidía.
Pero provisoriamente no cantaremos el amor
sino los bajos fondos de la herencia.
No me quejo, sólo me avergüenza.
Otros poetas, mejores y peores,
están en otros rincones del Moloch.
…