Nadie toma el camino largo al río
Silencio.
En otoño las hojas se apilan.
El viento avanza.
Las responsabilidades solo pesan
cuando están desatendidas.
Meses estuve preparándome para salir,
repasando el camino en mi mente
sin adivinar las culpas que cargamos
en las venas,
y cómo estas nos dejan dulces
para las moscas
o cómo el bosque
manifestó en un instante el desorden.
Cuando se hizo mi destierro,
ni tuve que usar los pies.
Nadie toma el camino largo al río,
nadie elige purificarse tan a fondo,
dejarse robar de todo lo que trajo
a andar.
Silencio.
En otoño las hojas se apilan.
El viento avanza.