Juramento
Mi sudor ha tallado una promesa brillante:
mi sexualidad no será un objeto de vergüenza
mi sexo no será un objeto de vergüenza
que se estremece con prudencia
y ahoga su llanto en un arranque de pudor
La otra noche,
fui arrojada en una artesa al río
y nadie me encontró
ni la justicia canalla
ni las fatídicas leyes
ni las amargas sentencias
A mí me rescataron las sectas herejes
encabezadas por mujeres
Mi aquelarre está formado
por cada una de mis amigas