Poesía de Claudia Lucero
Yo estoy ausente, pero en el fondo de esta [ausencia
Hay la espera de mí mismo.
Vicente Huidobro, De Últimos poemas, 1948
Salmo referido al castillo
Déjame estar en el lugar del castillo.
Deja al castillo estar dentro de mí.
Denise Levertov, “Contéstame, baila mi danza”, 2020
mi cabeza
roca gigantesca
se yergue sobre músculos
vísceras huesos
su corona es una fortaleza
sin puentes levadizos
asciende
desde las cavernas de la lengua
instalada en el torreón de mi columna
contempla
lejanos
los bosques florecidos
no hay puentes levadizos
tendidos sobre el foso
de la mirada
presas en los bastiones
duermen
las manos niñas
ominosa
recorre el adarve
general en la cima
contempla su derrota
mi cabeza
no me suelta
no se suelta
las huestes de mi cuerpo
esperan su caída
verla hundirse
como grito
en las profundidades
reverberando en los confines de la piel
y despertarla
no se oye aún
el aullido de la piedra
cabeza
al chocar con el agua
la sangre
liberada de un dique
que caiga
que ruede
se hunda
gritan los pies los dedos las cejas los ojos los pulmones
que se hunda
en las profundidades del cuerpo / mar
rasgado
grito contenido hasta que no
se
pueda
más
que desborde arrase puentes
barandas maderas huesos pelo dedos tendones sexo
grito sangre
grito bilis
grito cuerpo
que
grite y grite
y quede
por fin
acéfalo