Nave madre
una lengua materna
una lengua que espera otra lengua
una lengua sin artículos ni conectores
ideas expuestas por el olor de quien habla
epopeyas enteras de gestos, pocos sustantivos
una lengua materna, no solo de arrullos
como mi madre cantando Ronda
y yo me quedaba dormido
una lengua materna, una lengua suelta
algo que se precipita redondo
leche diáfana
escenas de sangre en una fotografía
mancha ocre que sobrevive a los años
la gesticulación materna, el gesto
mece lo que al crecer marca el ritmo
una estampida en nosotros pisotea
como la lengua que se enmohece en la boca
sin decir las peores noticias
luego llamaremos a un perito
para borrar lo que queda
cubriéndolo con otras manchas
la gesticulación desaparece
como desaparecerán todas las lenguas
queda la memoria
queda el gesto mater
se encoge de hombros la lengua fratricida
colonial como los desayunos
de la república
queda el gesto del corte la carne
la manía de mucho para uno mismo
para los demás, ley o miseria
la gesticulación crea y muere
queda el paladar amansado
queda el modo
empuja la puerta, tuerce la llave
una lengua mater
pocos sustantivos, mucha carne
siempre me sorprendió cómo en casa
las cucharas se pierden primero
mientras cuchillos y tenedores se perpetúan
hipotéticamente clavados
en algo tierno
que se debe salar como la lengua materna
fue salada por las abuelas
como seremos salados por la tierra
de donde brota igualmente la cizaña y el trigo