Versos Andinos
I.
la primera subida de la ladera desbloquea los oídos;
alivia una presión estancada en mi mente.
las esmeraldas se arropan con niebla, hojas
preciosas y poderosas.
somos un submarino en este océano de nubes. conozco
las curvas del camino
como uno conoce las caderas
de su amante. las huellas que dejé aquí
hace muchos años se han hecho lagunas en
esta tierra fecunda.
II.
al final puedo puedo puedo
respirar
lejos de aquel oxígeno farragoso,
libre, al final, del yugo de esperanza,
de posibilidades ilimitadas. aquí,
soy quien soy,
y no la persona que podría ser.
III.
echo mis oraciones
en el catedral
de la santísima simplicidad /
oigo el eco, que me suplica
lo mismo / veo
mis venas en los ríos / mi sangre
fluyendo hacia el mar de la unidad /
mi alma alimentando
la cordillera tupida /
IV.
late mi corazón
al ritmo de tus adoquines.
encuentro mis colmillos
apaciguados
en tus cumbres redondeadas
y reventadas.
mis ojos solamente comprenden
el valor en lo verde
cuando vean la tenacidad
de la vida sin aire.