Malvinas: una muerta marcada, una espera que no cesa

Susana Margarita Romero sale a saludar. Observa cada movimiento, está atenta a mis palabras. Es hermana de uno de los soldados qom muertos en 1982, durante la Guerra de Malvinas. Ella cuenta. Sus palabras son pocas; sus oraciones, silencios.

Es una mañana fresca de mayo, de esas que se agradecen en la provincia del Chaco, nordeste argentino. El sol parpadea entre los verdes de una vegetación exuberante. El cielo parece más claro y extenso por esta zona, la tierra está seca, las lluvias andan esquivas. Estoy en el paraje rural Villa Jalón, perteneciente al municipio de Puerto Tirol. Es una tierra fértil. Una de las hermanas de Susana ama las plantas y se nota. Hay un lugar especial donde las hay de diferentes clases, formas, verdes y tamaños, crecen en armonía. Esa hermana está en cuclillas, remueve la tierra, apenas se gira hacia donde estamos, continúa concentrada en la tierra.

Mientras varios perros ladran, van y vienen, Susana me ofrece una silla, debajo de la sombra de un árbol frondoso. Entonces me cuenta que sus nombres no son qom, que ella tiene uno, pero que no conoce bien el significado, que a ella le gustaría saber más, que sus padres sí hablaban la lengua, que, además, lo hacían en dialecto antiguo, que a su padre no le gustaba cuando alguien, por algún medio de comunicación, lo pronunciaba de otra manera a la que él lo hacía. Ella recuerda las reuniones familiares alrededor del fuego, las historias contadas sobre los orígenes de su pueblo, narradas por sus padres que ella, muy pequeña, apenas pudo retener.

María Laura Riba

María Laura Riba (Buenos Aires, Argentina, 1965). De 1994 a 2007 vivió en la provincia de Corrientes. Desde el 2007 hasta el 2015 residió en La Habana, Cuba. Actualmente vive en Resistencia, Chaco. Sus últimos libros publicados son Cascarita de huevo era su cuerpo – Crónica de un derrumbe (Ediciones Kram, 2023) y De absurdo y de espanto (Halley Ediciones, 2025).


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