Natalia Toledo, poeta del idioma que habla la «gente de las nubes»

Crisanto Rodríguez, SinEmbargo

Marisa Martínez Pérsico: ¿Cuál es tu lengua materna? 

Natalia Toledo: Yo soy hablante de la «gente nube», de los zapotecas que viven en el sur. «Gente nube» o «Ben’Zaa» es el nombre que usamos para referirnos a nosotros mismos, nace de la creencia de que surgimos de las nubes, por ser hijos de los dioses. La palabra «zapoteca» proviene del náhuatl y somos como un millón de hablantes. Nuestro pueblo ocupa el Istmo de Tehuantepec y siempre fuimos comerciantes naturales, tenemos una economía interna que hasta hace algunos años era muy fuerte porque hacíamos autoconsumo y comprábamos los productos a cada quien. Todavía existe esa forma de vida, pero llegaron las transnacionales con sus supermercados y fuimos lentamente dejando de propiciar nuestros alimentos. Yo nací en un barrio de pescadores de Juchitán, la séptima sección, está muy cerca del mar, es un barrio con pescadores, bordadores, artistas, gente que trabaja en barro, entonces ahí nadie, cuando yo nací, hablaba español, solamente algunos lo hablaban por estrategia comercial. Mi abuela fue monolingüe toda la vida. Así que mi lengua materna es el zapoteca. 

MMP.: Fuiste becaria del FONCA y del FOESCA y eres miembro del sistema nacional de creadores de México. ¿Cuál es tu opinión, como beneficiaria, sobre las ayudas gubernamentales de mecenazgo y visibilización de las lenguas originarias en tu país?

NT.: Empecé a escribir antes de las becas del FONCA y de todo este movimiento de reivindicación de las lenguas originarias que se da a partir del movimiento zapatista en Chiapas. Es ahí cuando aparecen estas becas que son institucionales, que se crean un poco para acallar, para calmar a los pueblos originarios. Es un pendiente, una «cuota», que le llaman. Pero yo pienso que la salvación de las lenguas no está en manos del Estado, sino más bien en el activismo comunitario. El presidente que tenemos aquí tendría que haber sido parido por una zapoteca, por una mixteca, para que realmente le significara algo. Porque hablar español es más simple, es más rápido, muchos piensan que nuestras lenguas son el pasado, y no se dan cuenta de que, aunque ya pasaron cinco siglos, nosotros seguimos nombrando. Ni los españoles nos pudieron quitar la lengua, pero aquí sí. Porque las políticas no son integrales. Muchos dicen que el zapoteca se va a recuperar en Los Ángeles, California, porque viven allá muchos paisanos trabajando indocumentados o legalmente, y ellos ya no pasan por el español, sino que aprenden el zapoteco de sus padres, y el inglés en la escuela. Entonces ellos se vuelven traductores de sus papás. Volviendo a tu pregunta, cuando hubo becas por supuesto que participé, pero lo hice, un poco, por supervivencia.

MMP.: ¿En qué lengua empiezas escribiendo? ¿Cambió esto con el tiempo? 


NT.: Comencé a escribir a los once años. Como te dije, yo nací en Juchitán, Oaxaca, y de ahí me trajeron a la Ciudad de México, en donde estoy ahorita, y estaba yo muy chica, tenía ocho años, entonces creo que todo mi ruido interior por esa mudanza salió en forma de palabra, porque extrañaba mucho hablar zapoteco, porque aquí no tenía con quién hablarlo. Mi abuela paterna estaba empeñada en que yo aprendiera a hablar bien el español, entonces me metieron en una escuela de refugiados españoles, el Colegio Madrid, así que imagínate… Entonces en ese momento yo me la pasé un poco silenciada pues estaba insegura en la otra lengua, entonces me daba mucho miedo, porque por ejemplo en zapoteco nosotros no tenemos géneros. Claramente, las cosas son las cosas, las personas son personas, pero los sexos se distinguen en algún momento en la oración aunque no lo tenemos marcado. Entonces yo podía decir «la caballo», cosas así, que causaban risa. Yo estaba un poco enojada con mis papás, que me mandaron a México. Las razones de los adultos siempre están fuera de las manos de los niños, para mí fue…

Marisa Martínez Pérsico

Marisa Martínez Pérsico (Buenos Aires, Argentina, 1978). Poeta, traductora y profesora universitaria radicada en Italia desde 2010.

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